sábado, 28 de diciembre de 2013

Lagunas de Velilla de San Antonio (y II)

El día 26 de diciembre volví a darme una vuelta por las lagunas de Velilla de San Antonio, aunque no madrugué tanto. A eso de las doce comenzaba el paseo observando a un singular grupo de anátidas compuesto por un macho y tres hembras de pato cuchara y otras tres hembras de cercetas común sobre la laguna de El Raso.

Un poco más adelante escuché un reclamo que me resultó extraño. No por su procedencia, puesto que conocía perfectamente a su emisor, sino por la época del año. Era un torcecuellos eurasiático, cuya presencia en la península suele ser estival. La gran mayoría vuelve a finales de marzo o abril de sus lugares de invernada en África, más allá del Sáhara, pero hay numerosas citas de individuos invernantes en la península, sobre todo en el sur. Yo era la primera vez que lo escuchaba en invierno... y lo veía, que no es tan fácil como podría suponerse. Salió volando desde el suelo, donde puede que estuviera comiendo hormigas, hasta una rama cercana. Le pude sacar estas fotillos que no llegan ni a ser testimoniales:


                                 


                                                     

No fue el único pícido que ví en la jornada, ya que también pude observar una pareja de pico picapinos y un pito real.

Luego establecí mi posadero junto al río en el mismo sitio que la última vez y allí pude retratar a esta hembra de porrón moñudo:



a esta pareja de ánade friso:



y a este curioso zampullín chico que me observaba escondido detrás de unos juncos a escasos tres metros:



Ya de vuelta observé un aguilucho lagunero y un par de milanos reales antes de llegar de nuevo a la laguna de El Raso, la más cercana a la población de Velilla, y que está pegada a un polígono industrial. Es la única laguna del conjunto en la que está permitida la pesca y una serie de bancos dispuestos por su perímetro lo convierten en un sitio de recreo para los habitantes del lugar. A esa hora había un jaleo considerable, bastantes pescadores y bastante gente bastante poco silenciosa por la orilla de la laguna. Vamos, un paraje y un momento del día en el que no esperas encontrarte algún bicho digamos emocionante.

El caso es que me detuve a observar a un somormujo lavanco de primer invierno y por el rabillo del ojo me pareció ver algo que salía de las cañas y volvía a ocultarse en ellas...¿mmmm, un avetorillo?, pues efectivamente, allí estaba este macho adulto:



Otro invernante atípico de una especie que pasa los inviernos también en África y que no era la primera vez que observaba por la zona en esta época del año. Como sucede con el torcecuellos la mayoría de las citas invernales se localizan en el sur de la península, y ahora tenía uno delante del telescopio. ¿Uno solo? me puse a repasar la orilla con el tele por si acaso y... ¡¡bingo!!



Y como no hay dos sin tres pues seguí escrutando la orilla y ...¡¡bingo otra vez!! ¿un tercer avetorillo?, pues no, esta vez era... ¡¡un calamón!!



Tampoco es la primera vez que lo observaba en Velilla pero siempre es gratificante observar una especie que no hace tantos años estaba amenazada y que ha experimentado una recuperación que le ha llevado a ser un habitual en el Parque del Sureste. El espectáculo era un tanto grotesco pues al mismo borde de la laguna y a unos veinte metros del protagonista había un grupito de jóvenes tonteando con una pistola de esas de balines de plástico. Menos mal que no lo vieron porque Porfirio seguía comiendo una especie de bulbos acuáticos de color blanco uno tras otro sin importarle lo mas mínimo lo que sucediera a su alrededor. Otra foto testimonial aunque me guardo para la próxima entrada unas de mejor calidad que he hecho en los dos días que he estado por Daimiel.

Y ya para terminar y cuando metía los trastos al coche me fijé en esta lavandera blanca de la subespecie yarrellii, o lavandera pía, que vienen a pasar el invierno a nuestro país desde las islas británicas. De nuevo foto cutrísima, pero es que ¡como huía de mí la condenada!




Un saludote y gracias por seguir el blog.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Lagunas de Velilla de San Antonio (I)

Las lagunas de Velilla de San Antonio son un conjunto formado por tres lagunas principales que se encuentran integradas dentro del Parque Regional del Sureste. Están situadas junto al río Jarama y sus cantiles yesíferos y como la práctica totalidad de los humedales del parque tiene su origen en la extracción de áridos. Tras el abandono de la actividad minera se realizó una labor de reforestación que permite que las lagunas dispongan actualmente de una considerable vegetación de ribera. Son tres lagunas principales: El Raso, Picón de los Conejos y El Soto. Os voy a contar en dos entradas lo más destacado que he podido observar en un par de días de pajareo, los días 20 y 26 de diciembre.

El primero de los días llegué sobre las ocho y cuarto de la mañana. Al llegar a Velilla pude observar como un grupo de unas 60 gaviotas sombrías abandonaba la zona, que seguramente usen como dormidero.

Al pasar por El Raso pude observar únicamente un ejemplar de gaviota sombría posada sobre la superficie de la laguna. En el Jarama a la altura de la laguna de El Raso había un par de grupos de anátidas compuesto por varias cercetas, azulones, porrones comunes y una pareja de frisos. También se podían ver fochas, zampullines chicos y cormoranes comunes en unos bloques junto al río.



Más adelante se podían observar más grupos dispersos de anátidas, entre los que se dejaba ver algún porrón moñudo.



Los patos cucharas por el contrario preferían la tranquilidad de la laguna del Picón de los Conejos, como esta parejita:



Y esta hembra:



Igual que este grupo de cormoranes comunes:


 Sobre las diez y media decidí ubicar mi posadero en la orilla del río a ver si podía afotar algo en condiciones. Pronto apareció una pareja de ánade friso cuyo macho se acercó tanto que tuve serias dificultades para poder encuadrarle :



Al final lo conseguí, aunque no en la postura que me hubiera gustado:



Al rato se largaron y pasé el rato escuchando a un cetia ruiseñor que nunca aparecía y observando a esta lavandera cascadeña que estaba en la otra orilla:




 Hasta que llegaron un grupo de porrones comunes que venían con otros cuatro porrones moñudos y una pareja de ánades frisos. Aquí la pareja de moñudos con una hembra de porrón común al fondo:


Una de las dos parejas de porrones moñudos:



Y una bonita hembra de porrón común:



Finalmente desaparecieron, salí de mi posadero y recogí los trastos. Por el camino de vuelta pude ver entre otros pájaros numerosos mosquiteros comunes y musicales entre los tarays, pinzones comunes, y varios grupos de escandalosas cotorras argentinas. Además ya en el río un par de garzas reales y alguna garcilla boyera volando.

Y hasta aquí lo acontecido el día 20 de diciembre. El 26 de diciembre me deparaba alguna sorpresilla pero eso será en la próxima entrada.

Un saludote y gracias por seguir el blog.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Contrastes

El lunes pasado me acerqué a pajarear por una de mis zonas favoritas, la laguna de Meco.

Inicialmente era un socavón gigantesco que surgió como consecuencia de la extracción de arena para construir la radial y el polígono industrial adyacentes, y que dejó la superficie muy cerca del nivel freático. Además la posterior construcción de la enorme nave de Inditex, que vierte las aguas pluviales al boquete, supuso que se fuera formando esta laguna de un modo digamos "natural".

Lo interesante de esta laguna de unas 30 hectáreas es que es muy superficial, a diferencia de otras graveras de la zona con mayor profundidad, lo que favorece la aparición de aves menos familiares por la zona.

El caso es que con el otoño e invierno tan secos que llevamos el aspecto de la laguna en estos momentos es un tanto desolador:







Lo más destacable que pude observar en la fugaz visita fueron algunos pardillos, jilgueros, varias lavanderas blancas, una veintena de cigüeñas, un par de milanos reales, un ratonero y un buitre leonado sobrevolando a gran altura.





Al marcharme pude ver desde el coche un pito real y un bisbita pratense en una de las rotondas de césped del polígono industrial.

Así que ante tal panorama decidí que me apetecía ir a un sitio que bulliese de vida, ¿dónde? pues... a un vertedero. Y me acerqué al vertedero de Alcalá de Henares.

 En contraste con la desolación de la laguna el bullicio de aves que éste presentaba era espectacular.



Algunas garcillas bueyeras, gaviotas sombrías y grajillas parecían contemplar el espectáculo desde sus improvisadas gradas.





Otras garcillas se movían de un lado a otro en un trasiego continuo, o se afanaban en la búsqueda de algo que llevarse al pico:









Esta adulta creo que quería salir retratada en mi blog:



Las otras ardeídas que pude observar fueron las garzas reales. Aquí un joven de primer invierno:



Aquí un segundo invierno junto a las grajillas:



Y aquí otro individuo joven con un aspecto un tanto atípico. Me dio la sensación de que podía ser un ejemplar algo leucístico:







Respecto a los miles de gaviotas que había, mis limitados conocimientos gavioteros y el hecho de que me echaran del recinto del vertedero me permitieron únicamente distinguir sombrías y reidoras. Aquí una gaviota sombría adulta con varias gaviotas reidoras:



No podían faltar las cigüeñas comunes:



Ni lavanderas blancas, como este tímido ejemplar que no se dejaba retratar:



Además observé una decena de milanos reales y algún ratonero común.

En fin, un paraíso para estas aves en esta época invernal en la que la comida no es especialmente abundante. Un paraíso no exento de peligros, como muestra este ala de garcilla bueyera, víctima de algún depredador:




Un saludote y gracias por seguir el blog.

Nace un nuevo blog de pajareo

Hola a todos!!!

Me he dedicido a crear un blog en el que os iré contando las diversas observaciones de aves que realice en mis salidas de pajareo. Estará centrado en la zona donde vivo, que es la zona este de Madrid, digamos mi local-patch, aunque como todo aficionado a la ornitología que se precie también me haré mis viajecitos de pajareo a otras zonas de la península, de los que pondré cumplida información.

Trataré de acompañarlo de imágenes más o menos agraciadas realizadas mediante la técnica del digiscoping, por lo que las molestias a las aves serán mínimas.

Espero que sea de vuestro agrado y aunque lo creo sin pretensión alguna espero que algunas de las informaciones que aquí relate os sean de utilidad.



Un saludote y... ¡¡¡a pajarear!!!